
El 27 de junio de 1957 comienza la fabricación del Seat 600 en España y, con el, el inicio en el país de la motorización masiva. Su nacimiento no sólo dio un vuelco a la industria automovilística española, sino que cambió por completo la vida de los españoles. En la era del abs, del airbag y la velocidad, el 600 sigue siendo símbolo de una etapa clave de la historia de España. Toda una pasión por unas ruedas que marcaron la vida ibérica de los 60.
Tan importante fue el éxito del 600, que su padre, el ingeniero italiano Dante Giacossa, fue el primer sorprendido. En 1968, en la revista Motor Mundial confesaba que “buscaba un coche económico, ligero y capaz, para satisfacer las necesidades de los italianos y he sido el primer sorprendido por su éxito”. Incluso el mismo reconocía que diseñaron el 850 para sustituirle y “el público nos demuestra que el 600 tiene cuerda para rato”. El diseño del italiano, ingeniero de Fiat, llegó a España de la mano de Seat, la Sociedad Española de Automóviles de Turismo, en cuyo capital, además del Instituto Nacional de Industria y seis bancos, la firma automovilística italiana soportaba el 7% del capital y su licencia de fabricación. Tras siete años de existencia de Seat, en 1957, con una plantilla de 5.000 personas, comienza a fabricarse el 600 que, en sólo un año, multiplica su producción por seis.
Asequible, de mecánica simple y con un motor situado en un lugar accesible permitió a este coche convertirse en el coche más frecuentado en las carreteras españolas. De ahí que en 1967 el diario Pueblo lo nombrara Popular de España. Pero su popularidad llegó con su nacimiento, pues el éxito del 600, por unas razones un otras siempre despertó cierta simpatía. Así al menos ocurrió en España y en Italia, donde se había lanzado anteriormente. No así en Francia donde hubo una campaña anti-600 en la que se alegaba que la carrocería era horrible.
El único problema del 600 es la refrigeración. Según su inventor, supuso el mayor problema con el que se encontraron a la hora de crear el coche. La solución que el mismo proponía era que la correa del ventilador estuviera bien tensada, además de procurar que no hubiera incrustaciones en el radiador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario