
El presidente del Consejo Consultivo de Derechos Humanos de Marruecos murió el domingo en Rabat a los 57 años tras varios meses de enfermedad. Estos últimos años los ha pasado entre las alabanzas de unos y las críticas de otros.
Los primeros aplauden que en 2003 encabezara la Instancia Equidad y Reconciliación (IER) con la que el Monarca pretendía arrojar luz sobre los excesos cometidos por el régimen durante los reinados de su abuelo, Mohamed V, y su padre, Hasán II.
Los segundos le echan en cara el haberse enrolado en las filas del poder dejando aparcado su papel de opositor y luchador a favor de los derechos humanos.
Detenido por marxista en 1974 y encarcelado hasta 1991, Benzekri pensó que lo mejor era unirse a la llamada del rey para que no vuelvan a cometerse atropellos contra los ciudadanos. Insistía ante sus críticos en que lo único que buscaba era un Marruecos mejor y dijo que no guardaba rencor hacia los que le habían encarcelado.
La IER organizó audiencias públicas por todo el país para que las víctimas pudieran expresar su dolor. Pero esta institución impidió que se pudieran dar los nombres de sus torturadores y que se abrieran procesos judiciales.
LUIS DE VEGA - ABC
1 comentario:
Empiezo a pensar que este tipo de seres no son ni medio normales.¿Cómo puede un hombre pasar 17 años de su vida privado del lujo de la soledad, condenado a saber que carece de libertad...y seguir siendo hombre? No. No sólo eso. Seguir siendo el mismo valiente que se arriesga una y otra vez a "tropezar" en la misma piedra, a volver a morir una vez resucitado. Seguir luchando después de esa tortura es una forma de demostrarnos a todos que no existe la derrota.
Hay que afrontar lo ocurrido y plantarle cara a la injusticia para lograr superarla. Si una herida no se cura bien, dará problemas, mientras que si se sigue un tratamiento adecuado, quizá quede una cicatriz, pero seremos capaces de vivir con ella sin que nos haga sufrir. Las cicatrices son el recuerdo del dolor olvidado.
Con esa libertad de poder decir ¡Sé quien soy! se consiguen tantas cosas. Claro es el ejemplo puesto por este hombre, sacar a la luz esas injusticias, promover un cambio, él como muchos otros, son dignos de respeto, son esa semilla que ayuda a que no perdamos la fe en la verdad, y a no temer un cambio, a desearlo y querer vivirlo y ser parte de su desarrollo.
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