Hace un par de veranos escribía en World Music(WM nº 57) sobre el Festival Timitar de Agadir, haciendo referencia a la importancia que la música popular estaba teniend
o en la sociedad marroquí, desde los puntos de vista cultural, económico (puestos de trabajo, turismo…), social (conocimiento de realidades diversas) y también político (emigración, freno al islamismo radical…).
En los setenta el país fue un hervidero musical encabezado por Jil Jilala, Lemchaheb y Nass El Ghiwane, el grupo conocido mundialmente, entre otras, por la inclusión del tema “Ya Sah” en la polémica película La Última Tentación de Cristo (1988) de Martin Scorsese, cuya banda sonora fue encargada a Peter Gabriel. En la difusión de aquellas músicas tuvieron mucho que ver los alemanes Dissidenten que contaron con artistas de los dos grupos primeramente mencionados en las grabaciones de sus temas más conocidos. Jil Jilala y Dissidenten se volvieron a encontrar en el Womex de Essen hace unos años, lo que ha permitido nuevas colaboraciones entre Uve Müllrich, y el grupo fundado por Moulay Tahar. El raï argelino tomaría el relevo musical magrebí con nombres muy conocidos, dando paso después al rap que llegaba a Europa a través de Marsella, convirtiendo la ciudad en una de las grandes referencias de las músicas urbanas europeas.
Ahora estamos asistiendo a una nueva eclosión musical de Marruecos. Desde hace muchos años los festivales han ocupado un papel determinante por varios motivos: la escasa industria discográfica se ubica en Rabat con escasa distribución más allá de la capital y la inexistencia de espacios durante todo el año para la música en directo, que contrasta con la múltiple y diversa música que se puede ver y escuchar en los canales televisivos, sobre todo en 2M TV, que mo
tiva que los festivales sean la gran parada musical a la que asisten miles de ciudadanos. Uno de los más antiguos (1960) es el Festival National des Arts Populaires (Marrakech). No tantos tiene el de Asilah pero va para la treintena. El Festival de Fès des Musiques Sacrées du Monde, supuso un reto por la innovación de su propuesta, mostrando diversidad cultural, fomentando el debate, y abriendo las puertas a diversas músicas, además de las religiosas. Escenarios espectaculares para conciertos de alto nivel que permiten, como ha ocurrido este año, ver pasear por su Medina a Brian Eno y U2 en un descanso en la preparación del nuevo disco del grupo, o a la reina de Jordania. El Festival Gnawa y Músicas del Mundo de Essaouiraintrodujo las músicas del mundo fusionándolas con las gnawas. No es de extrañar ya que cuentan que Cat Steven, Frank Zappa, Leonard Cohen, Bob Marley, Jimmy Page, Jimi Hendrix o The Rolling Stones pasaban largas temporadas en esta ciudad. A la sombra del festival gnawa surgió el Festival Timitar (Agadir) y múltiples citas similares por todo el país; desde la música tradicional (Fiesta de la Rosa, Festival des Rwaïss, Festival de Musique des Cimes, Festival des Musiques Du Désert…), raï (Les Nuits du Raï), jazz (TanJazz, Jazzablanca, Jazz in Riad, Jazz au Chellah…), multiculturales (Les Nuits de la Méditerranée, Festival Transes Atlantic…) o electrónica (festival Playa Gathering, Rhythms of Peace Festival…)
La nueva ola marroquí está en marcha, no te la pierdas. Si quieres conocer más puedes encontrarlo en La Guía de las Músicas del Magreb (http://www.lafabricadeideas.net/). Más de 200 fichas de artistas, festivales, artículos… que te podrán al día. Disponible a partir de otoño.

En los setenta el país fue un hervidero musical encabezado por Jil Jilala, Lemchaheb y Nass El Ghiwane, el grupo conocido mundialmente, entre otras, por la inclusión del tema “Ya Sah” en la polémica película La Última Tentación de Cristo (1988) de Martin Scorsese, cuya banda sonora fue encargada a Peter Gabriel. En la difusión de aquellas músicas tuvieron mucho que ver los alemanes Dissidenten que contaron con artistas de los dos grupos primeramente mencionados en las grabaciones de sus temas más conocidos. Jil Jilala y Dissidenten se volvieron a encontrar en el Womex de Essen hace unos años, lo que ha permitido nuevas colaboraciones entre Uve Müllrich, y el grupo fundado por Moulay Tahar. El raï argelino tomaría el relevo musical magrebí con nombres muy conocidos, dando paso después al rap que llegaba a Europa a través de Marsella, convirtiendo la ciudad en una de las grandes referencias de las músicas urbanas europeas.
Ahora estamos asistiendo a una nueva eclosión musical de Marruecos. Desde hace muchos años los festivales han ocupado un papel determinante por varios motivos: la escasa industria discográfica se ubica en Rabat con escasa distribución más allá de la capital y la inexistencia de espacios durante todo el año para la música en directo, que contrasta con la múltiple y diversa música que se puede ver y escuchar en los canales televisivos, sobre todo en 2M TV, que mo

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Rubén Caravaca
1 comentario:
Los juvenes de hoy tienen mucha suerte ! Desde los ultimos anos, muchos festivales nacen en muchas ciuadades en marruecos et la mayoria se intreresa en la musica jovena y moderna. Eso, me encanta, los juvenes disponen de lla ocasion para expresarse y hablar de cosas que les molestan.
Y cuando estos juvenes dominan la musica y los instrumentos, no debemos les subestimar.
Quiero animarles y decir " Gran corage "
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