A pocos Km. de la ciudad de Cracovia se encuentran las más famosas minas de sal del mundo; Bochnia, la más antigua del mundo, que dejó de funcionar hace tan sólo 10 años, y la turística Wieliczka, con sus estatuas de sal, altares, y construcciones talladas que han hecho de esta mina una auténtica obra de arte, las dos minas datan del siglo XIII.
Bochnia se extiende a lo largo de 4,5 Km. y tiene una profundidad de 468 Mts divididos en 16 niveles, en los niveles inferiores se encuentra el “pueblo subterráneo”. Por desgracia, durante la ocupación rusa de Polonia los “visitantes” destruyeron varias estatuas de la mina, algunas de más de 500 años de antigüedad, practicando puntería.

Wieliczka, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, tiene una profundidad de 327 metros y se extiende a lo largo de ¡300 Km! .Esta, hoy en día, aun sigue funcionando y es la que mayor cantidad de piezas artísticas conserva. Además de esculturas y altares como en Bochnia, podemos encontrar dedicatorias y firmas dejados en las paredes por personajes históricos como Humboldt, Copérnico, Goethe, etc. y contemporáneos como Juan Pablo II, Bill Clinton etc. También cuenta con una auténtica Iglesia (la Capilla de San Antonio con 30m de alto por 30 de largo) es casi una ciudad, que cuenta con calles, restaurantes, estaciones de tren, 16 estanques y varios canales (algunos con peces).Para bajar, tenemos una escalera con 378 escalones, que nos lleva al pozo de Danilowicz, que es donde comienza el itinerario turístico a lo largo del cual, escenografías nos van mostrando como era el trabajo de los mineros a lo largo de la historia.
Entre los espacios más bonitos destaca, además de por su gran tamaño la capilla de la princesa Kinga, la descubridora según la leyenda, (al parecer Kinga, hija del rey húngaro Bela IV iba a casarse con el príncipe polaco Boleslaw, aportando a su futuro país algo que les faltaba, la sal. Antes de emprender el viaje a Polonia, la princesa, que había heredado un pozo de sal, tuvo un presagio y dejó caer allí su anillo de compromiso. Ya en tierras polacas, paró su cortejo en Wieliczka e hizo cavar un agujero. Pronto quedó al descubierto una mina de sal y en ella apareció el anillo de Kinga) un templo impresionante de 54 metros de largo, 17 de ancho y 11 de alto, que está iluminado con lámparas con forma de araña de cristales de sal; la cámara de Casimiro el Grande (rey polaco que reguló el comercio de sal) y la cámara de Pieskowa Skala, uno de los lugares más bonitos y que se conserva tal y como era en su estado original.
Entre los espacios más bonitos destaca, además de por su gran tamaño la capilla de la princesa Kinga, la descubridora según la leyenda, (al parecer Kinga, hija del rey húngaro Bela IV iba a casarse con el príncipe polaco Boleslaw, aportando a su futuro país algo que les faltaba, la sal. Antes de emprender el viaje a Polonia, la princesa, que había heredado un pozo de sal, tuvo un presagio y dejó caer allí su anillo de compromiso. Ya en tierras polacas, paró su cortejo en Wieliczka e hizo cavar un agujero. Pronto quedó al descubierto una mina de sal y en ella apareció el anillo de Kinga) un templo impresionante de 54 metros de largo, 17 de ancho y 11 de alto, que está iluminado con lámparas con forma de araña de cristales de sal; la cámara de Casimiro el Grande (rey polaco que reguló el comercio de sal) y la cámara de Pieskowa Skala, uno de los lugares más bonitos y que se conserva tal y como era en su estado original.
Enlaces:
Commons alberga contenido multimedia sobre Minas de sal de Wieliczka.Commons
Sitio oficial
Museo de Wielickza
(en inglés) Wieliczka salt mine (UNESCO)
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Sitio oficial
Museo de Wielickza
(en inglés) Wieliczka salt mine (UNESCO)
Obtenido de Cajondesastre
1 comentario:
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