¿HASTA CUÁNDO?

Nos enganchamos, entre otras cosas, al fútbol para tener más ocasiones de sentirnos felices, para formar parte de un clan unido por la misma afición y, de repente, el sueño se transforma en pesadilla convirtiéndonos en motivo de risa para los demás.

Últimamente el barça no levanta cabeza por culpa de unos cuantos sinvergüenza que en vez de trabajar para merecer el sueldazo que cobran se dedican a buscar otros agujeros para meter sus pelotas.

Ronaldinho como otros jugadores que el fútbol ha sacado de la miseria transformándolos en súper ídolos, deja de ser feliz y de hacer felices a millones de azulgranas, ahora es la bestia negra, la vergüenza para los que creíamos en él. Y, es que no aprendemos nunca porque otros han pasado por el mismo camino: Rivaldo, Ronaldo, Romario…Maradona.

¡Cúantos noventa minutos he perdido de mi vida viendo a unos gilipollas corriendo detrás de una pelota sin lograr ni la mitad del trabajo que realiza un montón de gente que trabaja cobrando una miseria y a pesar de eso paga parte de su sueldo para verles en un campo de fútbol.

Me cago en Ronaldinho y los que como él nos hacen pasar por la ducha escocesa.