
Lo último en salud y belleza actualmente, son los masajes con piedras calientes y frías sobre la piel, que combaten el dolor, relajan y ayudan a recuperar el sueño, además de revitalizar, iluminar y oxigenar la piel.
Esta terapia es una combinación de piedras calientes de lava basáltica y piedras frías de mármol, que se aplican sobre puntos determinados del cuerpo y se usan para masajear zonas especiales.
Se combina la técnica del masaje tradicional con las manos y la colocación de piedras calientes de lava basáltica para dilatar los vasos sanguíneos y linfáticos y estimular la circulación, así como rocas frías de mármol paquistaní para conseguir la relajación. Las primeras se calientan en un horno y las segundas se enfrían en el congelador o con hielo. Ambas piedras aportan firmeza y luminosidad a la piel.
Durante una sesión, el terapeuta coloca piedras sobre los puntos energéticos del organismo de la paciente: a lo largo de la columna vertebral, el abdomen, la frente, las manos y los dedos de los pies, sin olvidar una piedra pequeña sobre el tercer ojo, situado en el centro de la frente. Luego aplica un aceite esencial y masajea.
Algunos de los beneficios son:
* Ayuda a mejorar el dolor crónico.
* Desintoxifica el cuerpo
* Ayuda en los malestares de la espalda y el cuello
* Induce al relajamiento y reduce el estrés
* Tiene efectos similares de un masaje profundo en menos tiempo.
Las piedras se dejan al sol para captar el máximo de energía y luego se calientan cubiertas de agua en el recipiente que vemos en la foto.
Las piedras llegan desde China, Japón, Arizona y Hawaii, y su calor y poder magnético combinados con un masaje revitalizan, llenan de energía y oxigenan la piel de todo el cuerpo.
La dinastía china Shang ya usaba piedras con fines terapéuticos; los romanos tras un baño caliente se tumbaban sobre mármol frío para disminuir los dolores y relajarse; las indias de América se colocaban piedras calientes sobre el vientre para aliviar dolores menstruales y con esta misma técnica los monjes japoneses favorecían el ayuno.
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